martes, 21 de febrero de 2017

UNA POSIBLE SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN POSITIVA EN EL CANARIO DE CANTO DISCONTINUO.



Lo que esta sucediendo en la actualidad en el ámbito de la canaricultura de canto discontinuo, no es algo nuevo, ni que se vaya a poder solucionar a corto plazo. La naturaleza humana es connatural con ese tipo de picaresca y mas cuando lo que hay en juego es algo tan insustancial en el fondo, pero tan importante para algunos, como es un trozo de hojalata, o el prestigio o beneficio que eso pueda aportarles.

El mestizaje, la hibridación, o el uso de la educación positiva, son tan antiguos como lo es este pájaro, y han evolucionado paralelamente a él. Aquí también se ha pasado de lo analógico a lo digital.

Que el uso de medios tecnológicos, o el bastardeo con otras razas de canarios de canto, y desde mi perspectiva personal, es algo que sin estar generalizado ni extendido, si es preocupante, es algo obvio y racional, como también lo es su difícil erradicación, a no ser de que se opten por medidas rápidas y efectivas, que ya han sido probadas en otros ámbitos.

En el estado actual de esta cuestión, la tecnología puede ser un aliado objetivo, para los casos mas elementales, pero todavía no suficiente, para los mas complejos, dadas las dificultades y conocimientos que entraña su puesta en práctica, y si a esto añadimos que con ello solo pillaremos a los tramposos menos capacitados, pues los mas hábiles, difícilmente podrán ser descubiertos, hay que ampliar el abanico de actuaciones y buscar otro tipo de soluciones.

Lo primero pasa por dotarnos de los mecanismos normativos necesarios para ir avanzando en la eliminación de esa mala costumbre, como ya se ha hecho en otras federaciones. Aunque necesario, mas por una cuestión de higiene, que por la utilidad real y objetiva que de eso se pueda extraer, es urgente tal inclusión, y dotar al colectivo de jueces y de criadores de normas claras al respecto, que sean beneficiosas para el interés general. No es un tema que solo ataña a un parte, sino al común de los criadores que actúan de buena fe. No hay que negar de las dificultades reales que entraña el poder desenmascarar a los embusteros que las utilizan, ni que la sola inclusión de un par de párrafos en un reglamento vaya a a ser por si sola la panacea universal que arregle todos nuestros problemas, pero no por ello debemos de cejar en el empeño.

Tampoco hay que ser alarmistas en demasía ni pensar que esto no tiene salvación. Si hemos sobrevivido durante años y lo hemos hecho sobrellevando esta losa, ahora debería pasar lo mismo. No es que antes no se realizaran tales trabajos oscuros, es que no eran conocidos, como lo son ahora, en los que en la era de la información todo viaja a mucha mas velocidad y llega a mas gente. Tampoco antes estaban al alcance de todos, como lo están ahora,  tan amplia panoplia de elementos donde poder coger lo que mas nos interese, con internet como escaparate donde poder rebuscar.

Hay que deshacer el mantra de que muchos de los canarios que quedan en una buena posición en un concurso de  canto discontinuo, son el fruto de pájaros educados. Ni todos los que ganan son copia, ni todos los que hacen eso triunfan. Son mas los que  fracasan, que los que logran éxitos, y en el fondo, todos ellos acaban por frustrarse, ya que la posible fama que alcancen con esa manera de actuar, es tan efímera que se convierte  en un sentimiento de culpa, al haber llegado al mismo sitio que sus compañeros de una forma prohibida. Ellos mismos se convierten en sus principales saboteadores y es el tiempo su principal enemigo. Es mas,  me atrevo a afirmar que el que presenta a un concurso de canarios discontinuos, bajo las normas o las costumbres de éstos, un pájaro tutelado, lo único que puede ganar es la medalla de la mas absoluta ignorancia y falta de respeto hacia estos canarios. Luego habría que calibrar en que grado y modo, el plagio esta instaurado. Personalmente creo que lo que mas hay son apoyos puntuales, educaciones baratas,  que buscan cosas concretas, mas que la elaboración de todo un repertorio, algo mas propio del canario timbrado español, que intenta imitar al canario de canto discontinuo.

A día de hoy, creo que hay un remedio mas llevadero y simple, y que puede ser ejercido de forma individual por los criadores, sin necesidad de otra cosa distinta que hacer uso de la ética propia de cada uno, y que puede ser uno de los  complementos ideales de la norma a imponer.

La solución al respecto pasa por algo que personalmente hace unos años que intento poner en práctica y que ya lo ha sido en otros ámbitos, y con resultados mas que aceptables. Se necesitaran años para que esto pueda estar mas o menos solucionado, no va ser llegar y besar el santo, pero con medidas de este tipo, o de otro, lo puede ser mas rápido. Lo último es resignarse o abandonar el barco.

Hace ya algunas décadas surgió en el país originario de una raza de perros de utilidad, un problema similar a éste, que fue atajado de raíz por unos pocos, y gracias a éstos, ya se esta viendo la luz al final del túnel y la situación a mejorado bastante.

El problema fue el siguiente. Se puso de moda un determinado semental, propiedad de un juez de reconocido prestigio, que muchos de los criadores veteranos, aun alabando sus aptitudes en las pruebas en las que había participado, ponían en duda su utilización en programas de cría, por una serie de problemas que habían observado en su genealogía: instintos poco claros, problemas de salud en sus antepasados, etc. Éstos aconsejaron su uso con muchas reservas, y en casos excepcionales, pero el ansia viva de muchos, o las ganas de agradar al jefe,  hicieron  que sucediera todo lo contrario, convirtiéndose en el semental mas utilizado durante unos cuantos años. Ante ésto, los criadores que proclamaron de las desventajas y problemas que ello podría acarrear, optaron por no utilizarlo ni a él, ni a sus ascendientes directos, ni a otros ejemplares de su genealogía, e instauraron una serie de pedigres que se denominaron " free de ese ejemplar y linea ".

El tiempo dio y quito razones, y aquellos que en su día fueron vilipendiados por ser agoreros de fatalidades indemostrables o criticados por basar sus argumentaciones en cuestiones relacionadas con temas personales con el propietario de aquel ejemplar, o enemistad, envidia, etc., hoy, sus ejemplares, aquellos que se denominaron “free” son el sustento utilizado por muchos para solventar todos los problemas que aquello ocasiono. Son buscados hasta debajo de las piedras.

Si extrapolamos todo lo aquí expuesto, y a eso le unimos la dificultad real  de coger a los tramposos, la solución pasa por que nuestros pedigrees estén "free" de determinados criadores, cada cual del que estime conveniente, y realizando esto con la menor publicidad posible, al objeto de no dañar la imagen de nadie, y por razones manifiestas, se podría mitigar en alguna forma este problema.

Con esto no pretendo de que se estigmatice a nadie ni que se inicie una caza de brujas que a nada lleva. Tampoco hay que tener la piel tan fina, como la tienen algunos y clamar al cielo cuando desde algunos sectores se pone cierto énfasis en determinados criadores, o mejor dicho, en determinados y concretos pájaros, aunque sean de  amigos suyos o simples representantes de su causa. Por todos es sabido el refrán, “quien juega con fuego, acaba quemándose”, pero antes de lanzar infundios sobre alguien concreto, o defender cosas que no han sucedido,  demosles la oportunidad de que sean los propios interesados quienes den sus explicaciones.  Al respecto, puedo citar mi caso particular, que aunque no sea éste, si tiene visos paralelos. Desde que en su día tome la decisión de iniciar un trabajo de canarios grises, blancos o sus píos, y toparme con los mas puristas, algunos de los criadores con los que mantenía cierta relación, dejaron de coger canarios míos por ese motivo, por no citar cierto tipo de comentarios que se realizaban, algo que respeto, como no podría ser de otra manera, y que me he tomado con simpatía.  Mis esfuerzos han ido encaminados en intentar demostrar y mantener que lo que realizo ni esta prohibido, ni ha contravenido norma alguna, ni va en contra de la historia de estos pájaros ni de su tradición, y puedo afirmar sin temor a equivocarme, que no me ha pasado nada por ello y que mantengo las mismas relaciones personales que tenia antes, con independencia de lo que se haya podido decir. Mañana siempre saldrá el sol.  Es todo mucho mas simple. Yo he tenido  la posibilidad de rebatir con argumentos lo que he explicado, y entiendo que la persona sobre la que se diga que utiliza la educación positiva, sin ir de frente,  tiene varias posibilidades para que eso no suceda, y si se da el caso, poder refutar tales hechos.

Tampoco hagamos siempre caso a los rumores, ya que estamos rodeados de ellos y pueden esconder intereses partidistas, y mas, si son amplificados en redes sociales o similares. Muchas veces nos ponemos la venda antes de la herida y damos pábulo  a cosas que nunca han sucedido, sobrereaccionando y atacando a diestro y siniestro, sin ni tan siquiera haber contrastado tal hecho, y cuando lo hacemos, en lugar de mantener la tranquilidad y dar explicaciones pro activas, hacemos lo contrario, si es que no lo hacen otros antes por nosotros, que es lo que suele pasar.

Hay datos objetivables que indican que un criador no utiliza técnicas de educación activa, un ejemplo puede ser el  que expresa  la descendencia de su canarios en otros criaderos.

Lo que no son de recibo son los actos farisaicos. Es muy cómodo decir que tal o cual criador es un farsante, para luego, y a renglón seguido llamarle por teléfono para pedirle pájaros, y de esos, hay mas de los necesarios.

El canario de canto discontinuo, el tipo idóneo, debería sonar, y con todos los matices que queramos, como un canario, no como un ruiseñor de los balcanes o una cotorra argentina, y si suena así, lo mas normal es  que sea lo primero o lo segundo, o que lleve puesto un disfraz. Luego cada criador es libre de moldearlo según su criterio personal, pero el que se alejase en exceso de ese concepto ideal, debería saber que sus pájaros nunca podrían ser catalogados como el prototipo a seguir, con lo que ello conlleva.   Siempre se podrá rebatir esto último en base a la utilización del canario silvestre, pero por mucho canario silvestre que utilicemos, nunca un canario serinus domestico, de canto discontinuo,  debería estar en el mismo plano que  un canario slavujar, o  que el ave lira, y si mas cerca de su ancestro, y si esto no sucede, y seguimos justificado al ave lira, como de canto discontinuo, el problema es insalvable.

Desconozco si tal o cual criador que se dice llamar “de canarios discontinuos“ utiliza o no duplicados, o si el santo que le han colgado a algunos es verídico o falso, aunque si tengo en consideración lo que alguien que tengo en estima me pueda informar al respecto, en relación a éstos. Lo que si puedo discernir sin ayuda de nadie es que si tengo canarios de un determinado criador que suenan de una forma determinada en su casa, y en la mía, son opuestos, hay algo que no cuadra. En ese caso, lo mas que puedo hacer, y siendo benevolente, y aplicando el beneficio de la duda, si es que mantengo con él alguna relación personal, es utilizarlos durante un par de años, tras los cuales, si lo que he observado no ha sido de mi agrado, me desprendo de todos ellos, por supuesto, en una pajarería, y pongo a esa persona y a sus canarios en cuarentena.

El principal inconveniente que puede surgir es que aunque seas un criador honesto, algún un año te salgan canarios que por distintas causas, que creo que es algo que puede suceder, aunque sea de manera eventual, algo así como una vez entre un millón, éstos se asemejen a otros anteriores, o generen ciertas dudas,  y tengas que decidir si dejarlos en casa, o exponerlos públicamente, aun a costa de ser tachado de forma injusta de farsante. Esto en relación con los casos problemáticos, luego hay otros que no se salvan, los cojas por donde los cojas, o lo expliques de una forma o su contraria.

Pero aquí, y dependiendo de la inteligencia de cada uno, habrá que ponderar sobre varias opciones. O presentarlos, una y otra vez, de forma machacona y ansiosa, e intentar ganarlo todo, y con ello exponerte, o dejarlos en casa y no hacerlo; o solicitar alguna aclaración al respecto en algún concurso, etc. Yendo de frente y con la verdad por delante, no tiene por que haber problema alguno. Creo que aunque esto pueda suceder en alguna ocasión, y una persona, en toda su vida como criador, tenga que dejar un año un pájaro sin concursar, los beneficios que pueden acarrear, no ya este tipo de acciones que aquí indico, que quedan dentro de la esfera íntima de cada criador, sino otras mas contundentes, como una posible descalificación,  u otras similares, son superiores al hecho de no implantarlas por miedo a que alguien sea puesto en la picota de la duda, mas aún cuando siempre se tendrán mecanismos a nuestro alcance para que esto no suceda, o bien, dejando en casa ese ejemplar dudoso, algo que si se presenta, lo hará una vez en la vida,  ya que es materialmente imposible que lo haga siempre en casa del mismo criador, y en años consecutivos, aquí, mas que casualidad, habría que buscar alguna causalidad,  o contrarrestando la carga de prueba que una determinada persona pueda invocar contra nosotros.

No todo el mundo actual de mala fe. Seguro que en ocasiones, y por errores involuntarios, se producen casos indeseables. Aquí el problema esta en intentar aprovechar ese fallo en beneficio propio.

No me imagino a ningún juez descalificando un pájaro del que no tenga la certeza positiva de que esa es la medida proporcional en ese momento, y que ésta, viene respaldada por pruebas en su contra, que no generan ningún tipo de dudas al respecto. Aquí no solo se expone el criador, sino también el juez, y entiendo  que en mayor medida.

Que nadie se crea que por el simple hecho de prohibirlo de forma positiva, en los años venideros vayan a ser descalificados muchos pájaros. Son los cruces que se realizan con otras razas, concretamente los de canarios malinois, mucho mas fáciles de detectar, y éstas son apenas testimoniales, como para que por el solo mandato de ir contra la educación positiva, éste suponga un cataclismo en el orden social.

Como todo en la vida, el equilibrio esta en el término medio, y el canto discontinuo necesita de esa armonía para brillar con luz propia. Hay grupos de canaricultores que parece que han llegado a lograr esa simetría en sus ejemplares, que aúnan espectacularidad y aroma a canario, que es el punto ideal, que no suscita dudas. Por el contrario, otros, y de forma individual, han estirado tanto la cuerda, han hecho tales barbaridades y de una modo tan burdo, tan grotesco,  que han propiciado que se llegue a esta situación.

La solución esta en nosotros, y debemos ser los criadores los principales interesados en ponerle remedio y dejar de ser meros estómagos agradecidos, como es el caso de muchos. De nada sirve que personas concretas estén todo el día dando la cara por mejorar la situación, exponiéndose, a sabiendas de que ello les va a ocasionar solo  problemas, y quienes de verdad tienen esa posibilidad, hagan oídos sordos ante una cuestión que lleva años flotando en el ambiente. Nos han enseñado que uno de los pilares básicos del canario discontinuo es la prohibición de la educación positiva, sin embargo, en todos los años en que esta Federación lleva en funcionamiento, no hemos sido capaces de incluir dos lineas en un reglamento, donde se especifique tal cuestión, lo que no deja de ser una  anormalidad funcional. O una cosa, o la otra, seamos un poco serios. Tampoco sirve esconder la cabeza debajo del ala ni lanzar balones fuera o resguardarse bajo escusas infantiles. Lo peor es engañarnos a nosotros mismos porque algo no es de nuestro agrado, y ver sólo la parte de verdad que queremos ver.  Todo hubiera sido mucho mas fácil, si no hubiésemos construido la casa por el tejado. La realidad es que existe un problema y que hay que darle una solución. O prohibirlo o admitirlo, y darle normalidad. Esto ya ha llegado a un punto en el que ya no vale mirar para otro lado.

Por todo ello, borrón y cuenta nueva, y comencemos un nuevo camino, con reglas claras, con las que los tramposos, por lo menos sientan cierta incomodidad o tengan dudas a la hora de darle visibilidad a sus sombrías intenciones, y sientan cerca de ellos, que hay gente que se preocupa y pierde su tiempo en intentar paliar este contratiempo.

Creo que de toda esta polémica saldremos mas reforzados, y que será el inicio de un nuevo tiempo, en el  cual, el que tenga la necesidad de hacer trampas necesite de unos conocimientos superiores, al alcance de unos pocos, que haga que mucha gente desista de ello,  y no utilice el sistema actual, tan básico y simple, como el utilizado por algunos, de poner a sus pájaros un vídeo de youtube, o presentar la misma canción durante varios años.

2017. Pedro Mata.